20120503

El Museo Nacional de las Culturas

Tomada de http://noticias.arquired.com.mx
     La historia del Museo Nacional de las Culturas y del inmueble que lo ocupa es rica, interesante y llena de historia. Este predio localizado detrás del Palacio Nacional y cuya entrada se encuentra en el número 13 de la calle de Moneda, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, albergaba la Casa Denegrida que otrora utilizara Moctezuma para establecer contacto con las deidades del pueblo Mexica.

      Posteriormente, el predio fue entregado a Hernán Cortés por la Corona Española como pago por la conquista; al morir Cortés, pasa por herencia a su hijo Martín que la vende al rey español Felipe II debido a su precaria situación económica y social. Es entonces que se destina a ser la vivienda del Virrey y después de eso se convierte en la sede de la Real Hacienda de la Nueva España. En 1734 termina la construcción del inmueble que ahora vemos y posteriormente alberga la Casa de Moneda virreinal del territorio. La casa ha sido ocupada por muchas instituciones, como la Escuela de Grabado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación entre otras. Rufino Tamayo plasmó en las paredes un mural al fresco al que tituló la Revolución, una de sus pocas obras en las que vinculó esa lucha armada de México, con cuya obra simbolizó el fin del régimen de Porfirio Díaz.

 
Coatlicue. Tomada de
http://sobreleyendas.com/2009/02/28/
   La casa sirvió un tiempo como bodega de algunos materiales y piezas arqueológicas, como es el caso de la Coatlicue, algunas cabezas colosales y la Piedra del Sol entre otras. Con la inauguración del Museo Nacional de Antropología en 1964, invitan a la Doctora Beatriz Barba Ahuatzin de Piña Chan para que ella y sus compañeros de doctorado montaran la Sala de Introducción a la Antropología de dicho museo. Fué así como se empezaron a hacer estudios detallados de las distintas culturas en el mundo, comenzaron a visitar embajadas y Museos en el extranjero para proponer intercambios de piezas con mucho éxito, regresando a México con piezas suficientes para crear la sala con una gran variedad de objetos para exponer.

     Algunos años después, en 1974 el Doctor Dávalos mandó llamar a la profesora para informarle que habían sobrado materiales de la Sala de Introducción a la Antropología y le propuso que se hiciera un nuevo museo donde pudieran exhibirse piezas extranjeras para que la gente que no podía viajar las conociera. El único inconveniente era que el inmueble era propiedad y tenía que ser entregado pronto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y su única oportunidad era convencer al Oficial Mayor de que el edificio funcionaba como Museo y así se les otorgara la casa para este fin.

       Cuando llegaron a inspeccionar la construcción notaron que se encontraba en un estado deplorable, las ventanas estaban rotas, estaba lleno de basura y por el movimiento de piezas monolíticas cuando se usaba como bodega los pisos de madera estaban rayados. Cuando fueron a pedir un poco de presupuesto y personal para poder arreglarlo, el Doctor Dávalos les respondió que solo podrían darles cuarenta mil pesos debido a que la construcción del Museo Nacional de Antropología había dejado en números rojos la cantidad de ochenta millones de pesos; en cuanto al personal les envió a toda la gente que tenía reportes por presentarse al trabajo con retraso o en condiciones de ebriedad, a los que aún no querían jubilarse y a los que siempre se decían enfermos. 

       Parecía una misión imposible; pidieron ayuda a museólogos y especialistas de todo tipo advirtiéndoles que a pesar del trabajo que desempeñarían, el inmueble podía no quedarse en sus manos y aunque ellos creían que dichos especialistas se negarían, todos aceptaron colaborar gustosamente. Debido al poco tiempo con el que contaban y a la presión que tenían por parte Hacienda, tuvieron que poner a todo el personal del Museo a trabajar día y noche para lograr darle forma al recinto a partir de escombros. Hablaron con coleccionistas extranjeros que poseían colecciones egipcias, hindúes, chinas y africanas; visitaron las embajadas y museos extranjeros para pedir piezas. Se recibieron los materiales que el MNA había prometido y de este modo el MNC fué haciéndose de un acervo propio. Todas las piezas se encontraban revueltas y sin catalogación, se colocaban sin referencias, sin un orden y sin ninguna relación con las de su alrededor, pero la idea era que el Oficial Mayor lo viera como un museo en funcionamiento.

      Y el día de la visita del Oficial Mayor llegó, para fortuna de todos los que colaboraron, se trataba del bisnieto y homónimo de Don Justo Sierra Méndez, quien tras hacer una inspección a las colecciones del Museo y por tratar de no traicionar lo que su antecedente, un verdadero héroe de la cultura defendía otorgó con un poco de recelo el inmueble para albergar en él el Museo de reciente formación. En cuanto se fué y después de respirar aliviadamente, retiraron todas las piezas y se dedicaron a organizar de manera eficiente el guión museográfico.

      El doctor Dávalos y Julio César Olivé, fueron a ver a Agustín Yáñez el entonces Ministro de Educación Pública quien quedó maravillado ante la idea de un Museo que no le costaría nada, ya que además del MNA, se habían inaugurado el Museo de Arte Moderno también en Chapultepec y el Museo del Virreinato en Tepozotlán. El Ministro decidió enviar al escritor Mauricio Magdaleno para darle el visto bueno al proyecto para el que habían pedido ayuda. Después de recorrerlo preguntó cómo se llamaría, a lo que le respondieron que tenían varias opciones para que el Ministro de Educación Pública escogiera la que mejor le pareciera, podría llamarse Museo del Hombre, Museo de las Culturas Humanas, Museo del Mundo, Museo de las Culturas, entre otras; cuenta la Doctora Barba que Magdaleno se rió de este último nombre, arguyendo que "No podría llamarse Museo de las Culturas, porque la cultura se refiere únicamente a los libros y en este recinto habría penachos e indumentarias, nada más alejado a la cultura". Cuando le explicaron a Agustín Yáñez que el concepto antropológico de cultura englobaba todo aquello que el hombre pensaba y hacía, éste se decidió por el nombre con el que hasta la fecha se le conoce: el Museo Nacional de las Culturas, que se inauguró el 5 de diciembre de 1965 con quince salas, once de ellas permanentes y cuatro temporales que se hicieron con materiales prestados de coleccionistas, compras de colecciones y préstamos con otros museos. El MNC además alberga piezas que son copias fidedignas de originales exhibidas en Museos de suma importancia en el mundo.

      En el 2007 se remodeló nuevamente, la distinguida arqueóloga Elsa Hernández Pons se encargó del proyecto de excavación en el Museo creando ventanas arqueológicas para la mejor comprensión de las fases constructivas del edificio; actualmente el MNC tiene muchos proyectos para investigadores jóvenes como Gerardo Pérez Taber y Alejandra Gómez Colorado, quienes han actualizado las salas de Egipto, Mediterráneo y Medio Oriente; se han presentado exposiciones temporales de lugares como Chipre, Norteamerica, China e India. Además de que con el apoyo del MNC se ha logrado juntar especialistas para exhibir por dos años consecutivos la exposición De Rasgos Árabes en el Centro Cultural España. 

      Si tienen oportunidad de visitarlo pronto háganlo, nunca está de más aprender cómo vive la gente en distintas latitudes.





@btljusbtljus





Para leer más:
  • 1979   Museo Nacional de Antropología de México. Tesoros del Museo Nacional de Antropología de México. Thames and Hudson Londres.
  • 1966   Museo Nacional de las Culturas Editorial INAH-SEP. Olive, Julio César; Barba Ahuatzin, Beatriz; Canseco, Jorge.
  • 2008   Entrevista a Beatriz Barba Ahuatzin de Piña Chan. Rodríguez, Amalia; Noriega, David; Pedraza, Gerardo; Alvarado, Hazael; Pineda, Hiram; Del Valle, Abigail.
  • @derasgosarabes

20120502

Fé de erratas del Artículo del Penacho de Moctezuma

Antes que otra cosa, quiero agradecer a todos por su interés en el tema y por sus comentarios. En verdad no pensé que mi blog tuviera tanta aceptación por lo que estoy verdaderamente agradecida.

Después de haber leído la entrada, Israel Álvarez (@isr_alvarez) me comentó que lo más probable era que el Penacho hubiera llegadoa Viena, por que en esa época el Emperador tenía casas en todas sus posesiones europeas (España, Flandes, Nápoles y demás posesiones italianas) y que parte del tesoro de Carlos V, pasó a sus hijas y nietas germanas, que pronto se mudaron a Viena, a gobernar las posesiones. 
La familia de Carlos V, los Habsburgo, eran austriacos. Sus hijas pronto fueron emperatrices germanas, y por matrimonio o herencia los bienes mexicas llegaron allá. 

Y sugiere además un artículo de Pablo Escalante en el libro editado por Matos Moctezuma llamado Historia de la vida cotidiana en México. Vol.1