20120927

Mesoamérica: La propuesta que revolucionó la investigación histórica.

Antes que otra cosa, quiero dedicar con mucho cariño esta entrada a mis amigos @Danielitzin, @LaloRanchero y @Quetzallcoatl cuya plática el día martes 25 de septiembre me hizo volver a escribir en el blog. Espero sea de su agrado.
@btljusbtljus



Desde que iniciamos nuestra educación a muy temprana edad, nos enseñan que la mejor manera de analizar algún tema es por medio de la división y agrupación de características similares. El estudio de la historia no es diferente, se han buscado propiedades determinadas y similares para generalizar determinada información que pudiera agrupar sociedades y zonas geográficas en tipos y horizontes.
El mejor ejemplo en México, es el paradigma de Mesoamérica de Paul Kirchhoff, quien reuniendo características que se presentan en distintos lugares, formó esta generalización, delimitándola incluso geográficamente, asegurando que aquella súper-área partía de una historia en común. Cabe mencionar que esta investigación se lleva a cabo en la época en la que el centro y el sur del país eran el principal objeto de estudio de la mayoría de los investigadores que se dedicaban a la arqueología, y que desafortunadamente no tenían interés por el Norte.
Su trabajo consistió entonces, en enumerar una serie de elementos que fueran exclusivos o muy típicos de las zonas que estudió, con lo que llegó a la conclusión de que el contacto constante entre las culturas que se encontraban dentro de la línea era inminente y que resultó en un mestizaje presente en muchos aspectos de su cultura.
Las características que él enumeró fueron las siguientes:
1.     Bastón plantador (coa).
2.     Huertos de cultivo ganando terreno al lago (chinampas).
3.     Cultivo de chía y su uso para bebida y como aceite para dar lustre a pinturas.
4.     Cultivo de maguey para aguamiel, arrope, pulque y papel.
5.     Cultivo de cacao.
6.     Molienda del maíz cocido con ceniza o cal.
7.     Bolas de barro para cerbatanas, bezotes y otros implementos de barro.
8.     Pulimento de la obsidiana.
9.     Espejos de pirita.
10.  Tubos de cobre para horadar piedras.
11.  Uso de pelo de conejo para adornar tejidos.
12.  Espadas de palo con hojas de pedernal u obsidiana en los bordes (Macuáhuitl).
13.  Corseletes estofados de algodón (Ichcahuipilli).
14.  Escudos con dos manijas.
15.  Turbantes.
16.  Sandalias con talones.
17.  Vestidos completos de una pieza para guerreros.
18.  Pirámides escalonadas.
19.  Pisos de estuco.
20.  Patios con anillos para el juego de pelota.
21.  Escritura jeroglífica.
22.  Signos para números y valor relativo de éstos según su posición.
23.  Libros plegados estilo biombo (códices).
24.  Annales históricos y mapas.
25.  Años de 18 meses de 20 días, más cinco días adicionales.
26.  La combinación de 20 signos y 13 números para formar un período de 260 días.
27.  Combinación de los dos períodos anteriores para formar un ciclo de 52 años.
28.  Fiestas al final de ciertos períodos.
29.  Días de buen o mal agüero.
30.  Personas llamadas según el día de su nacimiento.
31.  Uso ritual de papel y hule.
32.  Sacrificio de codornices.
33.  Ciertas formas de sacrificio humano.
34.  Ciertas formas de auto sacrificio.
35.  Juego del volador.
36.  El 13 como número ritual.
37.  Un conjunto de deidades.
38.  Concepto de varios ultramundos y de un difícil viaje hasta ellos.
39.  Beber el agua en que se lavó al pariente muerto.
40.  Mercados especializados o subdivididos según especialidades.
41.  Mercaderes que son a la vez espías.
42.  Órdenes militares (guerreros águilas y tigres).
43.  Guerras para conseguir víctimas para el sacrificio (guerras floridas).

Como pueden ver es una lista bastante larga de características que de acuerdo a la experiencia arqueológica, no siempre pueden encontrarse en el contexto para confirmar su presencia, además de que existen elementos que son propios y oriundos de determinadas regiones, por lo que su presencia no es total en el territorio Mesoamericano, como las Chinampas o las Guerras Floridas que son exclusivamente del centro de México. Claro que el hecho de no tenerlas en otras regiones no implicaba el desconocimiento de esa tecnología o costumbre.

A mediados del siglo pasado, los límites geográficos de Mesoamérica definidos por Kirchhoff, estaban muy confusos, pero también resultaba muy útil para muchos de los investigadores del momento, que encontraron comodidad en palomear características de una lista, y clasificar sus sitios dentro de la tan maravillosa Mesoamérica. Claro que no todo es culpa de Paul Kirchhoff, ya que él sólo propuso el concepto como un modelo para identificar características similares, pero es el uso indiscriminado que se la ha dado por parte de los investigadores el que la pone en duda.

En 1950, Gordon Ekholm, divide el país en ocho áreas arqueológicas que son, Occidente y Frontera Norte, México Central, Oaxaca, Huasteca, Veracruz Central, Área Olmeca, Mayas de Tierras Altas y Mayas de Tierras Bajas. La cosa iba bien, sin embargo surgió una cuestión importante, aún cuando se trate de aplicar generalizaciones, ya sean geográficas o culturales a distintas regiones, queda un problema inmenso en cuanto al estudio del sitio, y es la periodización. Para ayudar a esto, se propusieron distintos horizontes temporales, así como fases y periodos. Muchos autores sugirieron modelos de horizontes aceptados y utilizados hasta nuestros días, como el de Bernal, quien propuso nueve horizontes, el primero, el de los primeros pobladores. Segundo, un horizonte teórico sin evidencia. Tercero, el arcaico de igual modo sin evidencia. Cuarto, la época del desarrollo. Quinto y Sexto, Clásico y barroquismo. Séptimo, el interregno. Octavo, la época tolteca. Y noveno, el horizonte final.

Piña Chan, en 1967 lo organiza primeramente combinando horizontes y temporalidades  basándose en el modo de subsistencia relacionado a los materiales, y ya toma fechas de los trabajos que se hacen en el momento. Sin embargo, para 1976, corrige su cronología haciendo un cambio drástico, incluyendo ya la prehistoria.


Por todo lo anterior, creo que aunque estamos acostumbrados desde niños a referirnos a esta gran súper región como Mesoamérica, y la coloreábamos de verde para diferenciarla de Aridoamérica según los libros de la SEP, los investigadores deberíamos tener cuidado al usar este término; hay que recordar que es únicamente una propuesta que debemos enriquecer con nuestro trabajo.






Para leer más:

  • BERNAL, Ignacio

          1950    Compendio de Arte Mesoamericano. Enciclopedia Mexicana de Arte 7. México.

  • KIRCHHOFF,  Paul

          1943    "Mesoamérica", en Acta Americana, v.  J,  México.

  • LÓPEZ AUSTIN, Alfredo y Leonardo López Luján

          1996    El pasado indígena, El Colegio de México-Fondo de Cultura Económica, México.

  • EKHOLM, Gordon F.:

          1950    Is American culture asiatic? Natural History.
          1953    A Possible focus of asiatic influence in the late classic cultures of Mesoamerica. American Antiquity, Memoirs.
  • PIÑA CHAN, Roman

         1967     Una visión del México prehispánico. Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México. México.
         1968     Mesoamérica: Los orígenes; Culturas preclásicas; Teotihuacan; Toltecas; Mexicas; Oaxaca; Culturas de la Costa del Golfo; Maya; Norte de México y Oeste de México, en Tesoros del Museo Nacional de Antropología.







20120503

El Museo Nacional de las Culturas

Tomada de http://noticias.arquired.com.mx
     La historia del Museo Nacional de las Culturas y del inmueble que lo ocupa es rica, interesante y llena de historia. Este predio localizado detrás del Palacio Nacional y cuya entrada se encuentra en el número 13 de la calle de Moneda, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, albergaba la Casa Denegrida que otrora utilizara Moctezuma para establecer contacto con las deidades del pueblo Mexica.

      Posteriormente, el predio fue entregado a Hernán Cortés por la Corona Española como pago por la conquista; al morir Cortés, pasa por herencia a su hijo Martín que la vende al rey español Felipe II debido a su precaria situación económica y social. Es entonces que se destina a ser la vivienda del Virrey y después de eso se convierte en la sede de la Real Hacienda de la Nueva España. En 1734 termina la construcción del inmueble que ahora vemos y posteriormente alberga la Casa de Moneda virreinal del territorio. La casa ha sido ocupada por muchas instituciones, como la Escuela de Grabado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación entre otras. Rufino Tamayo plasmó en las paredes un mural al fresco al que tituló la Revolución, una de sus pocas obras en las que vinculó esa lucha armada de México, con cuya obra simbolizó el fin del régimen de Porfirio Díaz.

 
Coatlicue. Tomada de
http://sobreleyendas.com/2009/02/28/
   La casa sirvió un tiempo como bodega de algunos materiales y piezas arqueológicas, como es el caso de la Coatlicue, algunas cabezas colosales y la Piedra del Sol entre otras. Con la inauguración del Museo Nacional de Antropología en 1964, invitan a la Doctora Beatriz Barba Ahuatzin de Piña Chan para que ella y sus compañeros de doctorado montaran la Sala de Introducción a la Antropología de dicho museo. Fué así como se empezaron a hacer estudios detallados de las distintas culturas en el mundo, comenzaron a visitar embajadas y Museos en el extranjero para proponer intercambios de piezas con mucho éxito, regresando a México con piezas suficientes para crear la sala con una gran variedad de objetos para exponer.

     Algunos años después, en 1974 el Doctor Dávalos mandó llamar a la profesora para informarle que habían sobrado materiales de la Sala de Introducción a la Antropología y le propuso que se hiciera un nuevo museo donde pudieran exhibirse piezas extranjeras para que la gente que no podía viajar las conociera. El único inconveniente era que el inmueble era propiedad y tenía que ser entregado pronto a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y su única oportunidad era convencer al Oficial Mayor de que el edificio funcionaba como Museo y así se les otorgara la casa para este fin.

       Cuando llegaron a inspeccionar la construcción notaron que se encontraba en un estado deplorable, las ventanas estaban rotas, estaba lleno de basura y por el movimiento de piezas monolíticas cuando se usaba como bodega los pisos de madera estaban rayados. Cuando fueron a pedir un poco de presupuesto y personal para poder arreglarlo, el Doctor Dávalos les respondió que solo podrían darles cuarenta mil pesos debido a que la construcción del Museo Nacional de Antropología había dejado en números rojos la cantidad de ochenta millones de pesos; en cuanto al personal les envió a toda la gente que tenía reportes por presentarse al trabajo con retraso o en condiciones de ebriedad, a los que aún no querían jubilarse y a los que siempre se decían enfermos. 

       Parecía una misión imposible; pidieron ayuda a museólogos y especialistas de todo tipo advirtiéndoles que a pesar del trabajo que desempeñarían, el inmueble podía no quedarse en sus manos y aunque ellos creían que dichos especialistas se negarían, todos aceptaron colaborar gustosamente. Debido al poco tiempo con el que contaban y a la presión que tenían por parte Hacienda, tuvieron que poner a todo el personal del Museo a trabajar día y noche para lograr darle forma al recinto a partir de escombros. Hablaron con coleccionistas extranjeros que poseían colecciones egipcias, hindúes, chinas y africanas; visitaron las embajadas y museos extranjeros para pedir piezas. Se recibieron los materiales que el MNA había prometido y de este modo el MNC fué haciéndose de un acervo propio. Todas las piezas se encontraban revueltas y sin catalogación, se colocaban sin referencias, sin un orden y sin ninguna relación con las de su alrededor, pero la idea era que el Oficial Mayor lo viera como un museo en funcionamiento.

      Y el día de la visita del Oficial Mayor llegó, para fortuna de todos los que colaboraron, se trataba del bisnieto y homónimo de Don Justo Sierra Méndez, quien tras hacer una inspección a las colecciones del Museo y por tratar de no traicionar lo que su antecedente, un verdadero héroe de la cultura defendía otorgó con un poco de recelo el inmueble para albergar en él el Museo de reciente formación. En cuanto se fué y después de respirar aliviadamente, retiraron todas las piezas y se dedicaron a organizar de manera eficiente el guión museográfico.

      El doctor Dávalos y Julio César Olivé, fueron a ver a Agustín Yáñez el entonces Ministro de Educación Pública quien quedó maravillado ante la idea de un Museo que no le costaría nada, ya que además del MNA, se habían inaugurado el Museo de Arte Moderno también en Chapultepec y el Museo del Virreinato en Tepozotlán. El Ministro decidió enviar al escritor Mauricio Magdaleno para darle el visto bueno al proyecto para el que habían pedido ayuda. Después de recorrerlo preguntó cómo se llamaría, a lo que le respondieron que tenían varias opciones para que el Ministro de Educación Pública escogiera la que mejor le pareciera, podría llamarse Museo del Hombre, Museo de las Culturas Humanas, Museo del Mundo, Museo de las Culturas, entre otras; cuenta la Doctora Barba que Magdaleno se rió de este último nombre, arguyendo que "No podría llamarse Museo de las Culturas, porque la cultura se refiere únicamente a los libros y en este recinto habría penachos e indumentarias, nada más alejado a la cultura". Cuando le explicaron a Agustín Yáñez que el concepto antropológico de cultura englobaba todo aquello que el hombre pensaba y hacía, éste se decidió por el nombre con el que hasta la fecha se le conoce: el Museo Nacional de las Culturas, que se inauguró el 5 de diciembre de 1965 con quince salas, once de ellas permanentes y cuatro temporales que se hicieron con materiales prestados de coleccionistas, compras de colecciones y préstamos con otros museos. El MNC además alberga piezas que son copias fidedignas de originales exhibidas en Museos de suma importancia en el mundo.

      En el 2007 se remodeló nuevamente, la distinguida arqueóloga Elsa Hernández Pons se encargó del proyecto de excavación en el Museo creando ventanas arqueológicas para la mejor comprensión de las fases constructivas del edificio; actualmente el MNC tiene muchos proyectos para investigadores jóvenes como Gerardo Pérez Taber y Alejandra Gómez Colorado, quienes han actualizado las salas de Egipto, Mediterráneo y Medio Oriente; se han presentado exposiciones temporales de lugares como Chipre, Norteamerica, China e India. Además de que con el apoyo del MNC se ha logrado juntar especialistas para exhibir por dos años consecutivos la exposición De Rasgos Árabes en el Centro Cultural España. 

      Si tienen oportunidad de visitarlo pronto háganlo, nunca está de más aprender cómo vive la gente en distintas latitudes.





@btljusbtljus





Para leer más:
  • 1979   Museo Nacional de Antropología de México. Tesoros del Museo Nacional de Antropología de México. Thames and Hudson Londres.
  • 1966   Museo Nacional de las Culturas Editorial INAH-SEP. Olive, Julio César; Barba Ahuatzin, Beatriz; Canseco, Jorge.
  • 2008   Entrevista a Beatriz Barba Ahuatzin de Piña Chan. Rodríguez, Amalia; Noriega, David; Pedraza, Gerardo; Alvarado, Hazael; Pineda, Hiram; Del Valle, Abigail.
  • @derasgosarabes

20120502

Fé de erratas del Artículo del Penacho de Moctezuma

Antes que otra cosa, quiero agradecer a todos por su interés en el tema y por sus comentarios. En verdad no pensé que mi blog tuviera tanta aceptación por lo que estoy verdaderamente agradecida.

Después de haber leído la entrada, Israel Álvarez (@isr_alvarez) me comentó que lo más probable era que el Penacho hubiera llegadoa Viena, por que en esa época el Emperador tenía casas en todas sus posesiones europeas (España, Flandes, Nápoles y demás posesiones italianas) y que parte del tesoro de Carlos V, pasó a sus hijas y nietas germanas, que pronto se mudaron a Viena, a gobernar las posesiones. 
La familia de Carlos V, los Habsburgo, eran austriacos. Sus hijas pronto fueron emperatrices germanas, y por matrimonio o herencia los bienes mexicas llegaron allá. 

Y sugiere además un artículo de Pablo Escalante en el libro editado por Matos Moctezuma llamado Historia de la vida cotidiana en México. Vol.1

20120426

El Penacho de Moctezuma

Me decidí a estrenar finalmente el blog, es la primera entrada así que agradeceré comentarios, críticas y sugerencias.

El día de ayer, mi querido amigo Maximiliano de Habsburgo (@HerrMaximiliano) y yo, declaramos en twitter que éramos los consentidos el uno del otro, y un poco más tarde recibí un twitter de Jorge Berecochea (@jbereco) a quien le mando saludos:

Jorge Berecochea @jbereco
@btljusbtljus ya que eres la consentida, convence a @HerrMaximiliano para que regrese a Mexico el penacho de @Moctezuma__

Aunque le di una respuesta por twitter, creo que 140 caracteres no son suficientes para aclarar y explicar la importancia que tienen este tipo de cosas, no sólo para los que nos encargamos de estudiar el pasado, sino para todo el pueblo mexicano a quien pertenecen por ley todos los vestigios arqueológicos que se encuentran en el país. Empecemos entonces.

En la sociedad mexica, como en la nuestra, había distintos tipos de trabajos y de especializaciones, además de tener guerreros entre sus filas, los habitantes del centro de México eran buenos escultores, agricultores, pescadores, textileros y amantecas entre otros.

Los amantecas eran los encargados de confeccionar los atavíos y ornamentos con plumas finas, que se conseguían por intercambio, comercio o como tributo de los pueblos sometidos. Participaban en distintas fiestas, pero sobre todo en los meses panquetzaliztli y el tlaxochimaco. Uno de sus trabajos más increíbles y famosos, es el Penacho de Moctezuma.
Imágen tomada de http://www.lalaguna.mx

El Penacho de Moctezuma, que en realidad es un quetzalapanecáyotl, es una pieza única en su tipo, tiene una altura de 116 centímetros y un diámetro de 175, fabricado con plumas de distintas aves, las azules son del ave Xiuh Totol, las rosas del ave Tlauquechol, las marrones del ave Cuclillo y las verdes son de Quetzal, algunas tienen hasta 55 centímetros de largo. El quetzal es un ave que vive en la zona conocida en México como los Altos de Chiapas y sigue por la selva montañosa hasta Guatemala, lo que nos indica hasta donde llegaban ya las rutas de comercio. El centro del penacho, además de plumas, tiene tejuelos de oro en forma de medias lunas con piedras preciosas.

Existen muchas suposiciones acerca de por qué Moctezuma le obsequió a Hernán Cortés el Penacho junto con otras casi 160 piezas de importancia, algunos creen que fue para comprar tiempo para prevenir la guerra, otros que fue por haberlo confundido con Quetzalcóatl, etc. Lo cierto es que el Penacho salió de México y llegó a Europa como regalo para Carlos I, quien tenía residencia en Alemania además de la de España. La pieza estuvo guardada mucho tiempo y después fue restaurada y utilizada como el símbolo del Museo de Etnología de Viena.

Los museos del mundo entero están llenos de piezas ajenas, por conquistas, saqueos, ventas e intercambios, y hay piezas mesoamericanas en todos los Museos del mundo. México no es la excepción, el Museo Nacional de las Culturas tiene una importante colección de piezas de varias culturas, y es el único museo en el mundo que ha obtenido todas sus piezas legalmente, por comodato, compra o intercambio.

Desde la década de los 70's la discusión por la ubicación del Penacho de Moctezuma está a la órden del día, y es que hay distintas opiniones con respecto a lo que debe hacerse. La gente pide que se devuelva y el Museo de Etnología de Viena ha accedido únicamente a prestarlo, pero ¿por qué sólo el Penacho de Moctezuma? ¿por qué no también las estelas mayas en los Museos de Europa y Norte América? ¿Por qué no la colección de las vasijas tipo códice mayas que tienen dispersas en distintos museos? Si empezáramos a pedir todo lo que se tiene de otras culturas pasarían dos cosas desde mi perspectiva y experiencia, aunque no sea mucha, trabajando en museos:
  1. Todos los museos se quedarían sin piezas que exhibir, ya que los que más prestigio tienen, no sólo muestran las piezas propias, también comparten parte del acervo extranjero que bien o mal, han obtenido a lo largo de su funcionamiento.
  2. Escuché alguna vez a un estudiante de arqueología decir que él prefería ver que los materiales se pudrieran en México a ser exhibidos en otra parte del mundo, lo que me trae a este segundo punto; las bodegas de materiales del INAH ya están atascadas de piezas de las que incluso se desconoce su procedencia. Si trajéramos más, ¿quién asegura que se estudiarán, o conservarán, o exhibirán? ¿México tiene las condiciones propicias en cualquiera de sus museos para conservar las piezas? y hablando específicamente del Penacho de Moctezuma, ¿tenemos la infraestructura para mantener con 'vida' piezas de materiales perecederos?
Lo anterior es solo un modo de pensar, es mi modo de pensar y me encantaría conocer sus opiniones con respecto a este tema. Prometo que si me preguntan algo que no sé, investigo para que todos salgamos de la duda.

Con esto me despido agradeciéndoles por leerme, espero les haya gustado y nos leemos a la próxima.

@btljusbtljus



Para leer más...
Sahagún, Bernardino de
2006    Historia general de las cosas de la Nueva España. Editorial Ángel María Garibay.
            México, Porrúa.
Nuttall, Zelia
1890    Sur le quetzal-apanecaiotl ou coiffure Mexicaine en plumes conservée à Vienne. En: Congrès  
           International des Américanistes. Paris.